Algo tan trivial
Fausto Alzati Fernández
Ataraxia, 2015
La primera vez que leí a Fausto Alzati fue en Buda, drogas
y pop (Textofilia Ediciones, 2013), libro que cayó en mis manos
cortesía de quien fuera mi jefe en servicio social; trabajábamos temas sobre la
juventud y él como ávido defensor del consumo de drogas me dijo : léete
esto, lo escribió un filósofo.
La prosa de Alzati es ligera, aunque te hable de Schopenhauer y no
tienes conocimientos filosóficos, entiendes el mensaje ya que se aleja de
cultismos, al parecer no le interesa mostrar el plumaje del intelectual, es
más, se aleja del estereotipo del académico promedio en todos los sentidos.
Alzati escribe de sí " I'm an artist" , está muy
consciente de aquello que se llama " estética de la existencia" , un
conjunto de prácticas que hacen los sujetos para hacer de su vida una obra de
arte, elaborarse a sí mismos. En este caso, Alzati no se reduce al papel de
filósofo o de escritor, actúa y escribe sobre piel ( tatúa).
Algo tan trivial puede ser, como
su nombre lo indica, algo sin importancia (para el lector o para el mismo
autor) . A Fausto Alzati verdaderamente no le interesa la opinión que el lector
pueda tener de él al final de la lectura, es más, considero que el título alude
a estar consciente del papel que ocupa un solo ser humano en el universo, el
despojarse de todo egocentrismo y sentirse parte de un todo. Sin embargo, para
él, lo vivido es materia de escritura en tanto le permita reconciliarse con su
historia, como dice en la contraportada "es una declaración de amistad
para cada uno de los demonios que han marcado la vida del autor" .
La victimización y el arrepentimiento quedan fuera de las 100
páginas divididas en capítulos con nombre de las canciones del Violator de
Depeche Mode; Alzati muestra las cicatrices orgullosamente, sin
justificaciones, describiendo su descenso al infierno carente de un Virgilio
que le acompañe.
Recuérdese que el infierno es gobernado por aquél que fue el
primero en romper jerarquías, allá abajo todos son iguales, abandonados a sus
excesos , incapaces de poner alto a sus deseos.
El estilo fragmentario en que está elaborado esta Historia
Calamitatum le quita el peso cronológico, pasa de ser una historia
lineal a la conversación del camarada que en una noche o una caminata por la
ciudad o la playa ventila sus recuerdos. Porque el lector ante todo, es un
cómplice que escucha (lee) sin emitir juicios de valor durante el relato, sólo
hasta que este termine puede dar opinión al respecto, mientras tanto ' wovon
man nicht sprechen kann, darüber muβ manschweigen”
·
A finales de julio 2017 quedó
lista la traducción de Algo tan trivial
en alemán a cargo de Dusseldorf.
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