Después de leer el libro de Rowley , desde luego queda una con una sensación contradictoria. Anhelas tener un romance así , o el deseo de no ser una Kosakiewicz/Algren y hallarte a un Sartre/Beauvoir en tu vida.
Es decir, tener una pareja que comparta los mismos intereses intelectuales, y que se preste a la discusión en un mismo nivel, un de tú a tú. Que apoye tus proyectos profesionales. que confíe en tí, que te critique, que esté ahí siempre. Ese alguien con el que te puedas desnudar corporal e intelectualmente, y que no le importa tu aspecto físico ni que tengas affaires, que sabiéndote un ser libre deja que te vayas porque sabe que siempre regresarás a su lado.
Pero por otra parte, que horror ser marioneta de un ente egoísta que asigne horarios de visita, y sólo le atraiga tu cuerpo o tu belleza; y que estando contigo tenga cierto número de amantes más (a l@s que por supuesto, trata exactamente igual que a ti) y de paso tenga por confidente a otro de semejante envergadura, al que sí considera su igual y por tanto, le confiesa cada detalle (cuasi pornográfico) de ti. ¿Es una burla? No, sólo que hicieron un pacto para platicarse todo, y eso te incluye, verte como un "fenómeno" enloquecedor, apasionante, adictivo, pero nunca como un igual.
No hay de que espantarse, el ser humano es contradictorio en sí, lleno de claroscuros. Un sujeto de elección, un ser libre. Pero a la mayoría de nosotros nos da miedo afrontar esa libertad, de experimentar todo lo que se presenta. Ser santo y demonio de acuerdo a la situación, pero sobre todo ser en el otro, en nuestro otro, y ¿por que no? llegar a ser mujer también, con nuestro otro.
Comentarios
Publicar un comentario